martes, 1 de marzo de 2011

viva!

Y sentir la lluvia contra mi piel, empapándome el corazón e impregnando mis sentidos de risa invernal, es lo único que puedo percibir en estos momentos de dulce agonía. Sentir, llorar, reír y emocionarme al máximo cada segundo y cada eternidad de este camino sin vuelta atrás, para que cuando el mundo se apague, cuando finalmente caiga ese telón, tan pesado como mil universos, y cesen los aplausos, saber que por lo menos habrá una sensación que nadie podrá arrancarme en la oscuridad que nos invadirá, privándonos de esas sonrisas y lágrimas que eran capaces de tanto y a la vez tan poco.
La sensación de estar viva.

No hay comentarios: