Observo el pasado delante de mí. La felicidad, la tristeza, la nostalgia...todo unido en un solo punto y solo puedo decir un hola y adiós al pasado. Ojalá pudiera manejar las cosas a mi antojo, pero no es así. La suerte no está de mi parte. No quedan esperanzas, no queda nada. Tan solo quedan recuerdos, que no me dejan vivir el presente. Los recuerdos están hechos para recordarlos, pero mientras estás recordando lo que un día viviste, no estás viviendo...
Yo no vivo. Me invaden los recuerdos y la pena. Ojalá mi presente estuviera a tu lado, porque lo que siento por ti lo supera todo en esta vida...supera a los sufrimientos y los malos ratos...
Sé que llegado a este punto solo queda una solución, olvidar. Sí, lo he intentado mil veces, pero no he podido hacerlo. Olvidarte sería dejar atrás miles de recuerdos, recuerdos que los siento como si los estuviera viviendo en el mismo momento...y no quiero eso.
Te quiero como nunca pensé que lo haría, y eso no se puede esconder.
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